La Herencia Filipina

1. HERENCIA Y PATRIMONIO

¿En qué consiste la HERENCIA FILIPINA? La respuesta que damos de inmediato es el que sigue: consiste de todo lo que es EL PATRIMONIO NACIONAL FILIPINO.

Y, ¿de qué consiste EL PATRIMONIO NACIONAL FILIPINO? Pues todo lo que hay de valor y utilidad dentro de lo que es EL ESTADO FILIPINO.

¿Que és, a su vez, EL ESTADO FILIPINO? Pues es EL TERRITORIO FILIPINO. Es la geografía filipina y sus fueros y leyes. Pero el territorio con sus leyes y su historia no es todo. Ese territorio para ser un estado con leyes debe tener UNA POBLACIÓN NATURAL que en él hizo y hace su vida según su cultura y sus medios.

Territorio con leyes y población con sus derechos y deberes hacen lo que es el estado. LA POBLACIÓN NATURAL tiene sus derechos, pero también tiene sus deberes a cumplir para que el Estado, en este caso el Estado Filipino, sea una comunidad viva y progresiva porque es autosuficiente.


2. ATRIBUTOS DEL ESTADO FILIPINO

Y el Estado tiene ciertos atributos. Uno de esos atributos es su SOBERANÍA NACIONAL que es snónimo de su INDEPENDENCIA POLÍTICA como ECONÓMICA.

Otro atributo de ese Estado es LA IDENTIDAD NACIONAL de su población que define su personalidad colectiva e individual amén de sus derechos y sus deberes.

Por otro lado, lo que es el PATRIMONIO NACIONAL FILIPINO está compuesto de su aspecto MATERIAL, que es el territorio y sus riquezas, y su aspecto ESPIRITUAL, que es esencialmente su idioma oficial como vehículo de su cultura, de sus artes y ciencias, de sus fueros y sus leyes, de sus derechos y sus deberes.

En resumidas cuentas HERENCIA y PATRIMONIO vienen a ser la misma cosa. Por eso, al hablar de la HERENCIA FILIPINA, también vamos hablando de lo que es el PATRIMONIO NACIONAL FILIPINO.


3. ¿CÓMO SE FORMÓ EL ESTADO FILIPINO?

El Estado Filipino se formó cuandó Miguel López de Legazpi fundó en 24 de junio 1571 la Ciudad de Manila como la capital de un territorio que llamó FILIPINAS o ISLAS FILIPINAS en honor de Felipe Segundo, Rey de España.

Pero para legalizar dicho Estado Filipino, el Rey de España necesitó del reconocimiento de los pobladores originarios, o indígenas, del territorio que se llamó FILIPINAS. Y es por eso que en 1598 y 1599, por orden del Rey de España, se les reunió a todos los principales o reyezuelos de estás islas en Manila y se les preguntó, uno por uno, si aceptaban al Rey de España como su soberano natural.

Tras hacer unas preguntas sobre la pertinencia de aquel sínodo, a la vez de reféndum, la inmensa mayoría de los reyezuelos indígenas, en representación de sus respectivos sacopes o súbditos, contestaron que ellos libremente aceptaban al Rey de España como su soberano natural.

Tagalos, pampangueños, bicolanos, ilocanos, bisayos cebuanos, chinos, bisayos ilongos, los lumad maguindanaos y los moros dijeron que Sí.

Los que se negaron a aceptar al Rey de España como su soberano natural, los que contestaraon No, fueron los principales de las veinticinco tribus de la Cordillera luzónica.

Pero los que dijeron que Sí al Rey de España fue la inmensa mayoría. Desde ese momento, todos los filipinos se hicieron súbditos, o ciudadanos, de España y de su caudillaje.

Concluido y ratificado ese sencillo contrato social y gubernamental, los misioneros y soldados españoles, peninsulares y mexicanos, organizaron pueblos, luego municipios, que seguidamente agruparon en provincias. Y esas provincias, formaron el territorio del Estado Filipino bajo la Corona de España.


4. ¿CÓMO SE ENRIQUECIÓ EL TERRITORIO FILIPINO Y SU PATRIMONIO MATERIAL?

Para enriquecer, de forma material, el territorio que fundamenta al Estado Filipino, los misioneros como los gobernantes y soldados españoles, mediante el comercio de los galeones, trajeron a estas islas, a este territorio filipino todo lo que sigue:
(1) nuevas plantas y nuevos árboles agrícolas, como el maiz, la caña de azúcar, el tabaco, el maguey, el camote, el café, el cacao, el mani, la guayaba, el guayabábano, el sincamás, el lanca, la papaya, el tomate, las cebollas etcétera;
(2) nuevos animales como el caballo, el carabao, la baca, la oveja, la mula, el pavo, el ganzo, etcétera;
(3) nueva tecnología como el arado, el azadón, el riego, en fin la agricultura;
(4) nueva infraestructura en caminos, calles, puertos, puentes, las aguas potables, la electricidad, el teléfono;
(5) nueva arquitectura a base de piedra, cemento y maderámen;
(6) nuevas ciencias como la medicina, la curación, la imprenta, el libro, la rueda, el barco y el tren de vapor etcetera;
(7) nuevas artes como la cocina, el guisado, la pintura, la escultura, la música, el canto, el baile, el teatro, el cine, la dulcería y el asado etcétera;
(8) nuevas costumbres como la práctica de la Religión Católica, las fiestas pueblerinas. la semana santa, las navidades etcetera.
(9) el idioma español, la sistematización de nuestras lenguas indígenas con el alfabeto español, la escuela, la imprenta, el pupitre y el libro…y más tarde hasta el cinema.

En fin, toda una cultura operante que se llama filipina que es nuestra herencia; que es LA HERENCIA FILIPINA.


5. NECESARIA DEFENSA CONTRA SALTEADORES, SOCAVADORES, EXPLOTADORES, USURPADORES Y ENEMIGOS EN GENERAL, DE LA HERENCIA FILIPINA

Pero, como es de esperar, LA HERENCIA FILIPINA, tiene sus enemigos. Son los salteadores del patrimonio material del pueblo filipino. Son los socavadores de los derechos de ese mismo patrimonio por razones de envidia y prejuicio. Son los explotadores de ese patrimonio nacional del pueblo filipino que quieren explotar a los mismos filipinos en su mano de obra y en sus riquezas personales como colectivas. Son los usurpadores de las propiedades y de las utilidades, del usufructo material como espiritual en fin, que proviene del patrimonio nacional del pueblo filipino.

Esos son los enemigos de LA HERENCIA FILIPINA y es, precisamente, por eso que tenemos que formar un eficaz cuerpo de vigilantes que se dedique a defender todo lo que encierra LA HERENCIA FILIPINA.

6- ¿POR QUÉ HAY UN ERROR PRINCIPAL EN LA ENSEÑANZA OFICIAL DE LA HISTORIA FILIPINA?

Esta es una pregunta que siempre se hace pero que casi nunca se contesta con honradez. Daremos, más adelante, la razón tras esa evasiva de verdaderamente contestar esta pregunta de forma satisfactoria.

Pero vayamos por partes puesto que el primer problema a resolver es identificar antes ese “error principal” en la enseñanza oficial de la historia filipina.

Y, ¿Cuál es ese error principal?

El no señalar quién es el filipino.

Y, ¿por qué no se señala, para empezar, quién es el filipino?

Porque el filipino es producto natural de lo que es el Estado Filipino y mientras no se diga quiénes son los que crearon, o los que dieron a luz, lo que es el Estado Filipino, nunca se le puede identificar ni señalar al filipino originario.

En otras palabras, el filipino es hijo del matrimonio cultural entre España y lo aborigen de estas islas.

En un ensayo anterior, ya hemos señalado que el Estado Filipino fue fundado por españoles el 24 de junio de 1571 como un territorio y como un pueblo bajo la Corona de España. Pero España, por si sola, no podía dar a luz a un completo Estado Filipino sin el concurso, sin la colaboración, del elemento humano que es aborigen al territorio que precisamente comprende ese mismo Estado Filipino.

Y es por eso que en 1598 y 1599, bajo los auspicios de un sínodo que, a su vez, prohijó un referéndum que también se denominaba “requirimiento”, el mismo Rey de España tuvo que mandar preguntar a las gentes, dentro del territorio que reclamó como suyo, si le aceptaban como su “soberano natural”. Estas gentes, de una manera u otra, respondió a esa apelación y la inmensa mayoría respondió afirmativamente.

Desde ese mismo momento todos los que aceptaron ser súbditos del Rey de España, que en aquel tiempo era Felipe Segundo, se hicieron filipinos.

Los tagalos dejaron de ser exclusivamente tagalos. También se hicieron filipinos. Idem a los ilocanos, los pampangueños, los ibanagues, los bicolanos, los bisayos, los lumad de Mindanao, los chinos, los japoneses y hasta los moros que se encontraban dentro del territorio filipino.

En resumidas cuentas todos se hicieron filipinos y reconocieron por su soberano natural al Rey de España. Ese reconocimiento se verificaba en el pago de impuestos, o tributos, a dicho Rey.

Por otro lado, los hijos de españoles peninsulares nacidos dentro del territorio filipino también se llamaron filipinos. (El criollo de español es “el primer filipino” aunque anteriormente se llamase felipeno.)

Hasta los chinos cristianos relacionados al comercio de los galeones también se conocieron como felipenos. El chino cristiano, el felipeno que es, era el que pagaba impuestos o tributos al Rey Felipe o a la corona de España a raíz de sus actividades económicas.

Una vez conocido este hecho, ya se podía empezar a escribir la verdadera historia de los filipinos, o de su país que es Filipinas.

En resumidas cuentas el descuido de ignorar esta verdad por razones que más adelante también hemos de analizar, es la razón de ser del terrible error principal que señalamos. 


De la Academia Filipina, correspondiente de la RAE
 

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