Niños de Primaria estudiarán en su idioma materno

Las lenguas maternas reemplazarán al filipino y el inglés durante los tres primeros cursos de Primaria en las escuelas públicas de Filipinas, como parte de una nueva política gubernamental destinada a impulsar el aprendizaje a una edad temprana en los niños, tras evaluar los resultados de un experimento llevado a cabo por el Departamento de Educación en 920 escuelas primarias en todo el país el año pasado.

De las 170 lenguas habladas regionales, se han seleccionado 11 principales que abarcan la mayor parte de la población y cuyo uso será implantado a partir del nuevo año escolar en junio, comenzando con los alumnos en Primer Grado. De esta manera se espera una mayor participación de muchos de los alumnos que son muy reacios a hablar en clase utilizando otros idiomas que no sean los maternos. El programa se ampliará a los alumnos de siete y ocho años de edad a mediados de 2015 en las casi 40.000 escuelas primarias atendidas por más de 13 millones de alumnos que existen en todo el país. A partir de los nueve años de edad, los lenguajes de instrucción pasarán a ser filipino e inglés.
"El problema con la anterior política de bilingüismo es que la comprensión era muy baja durante los primeros grados", afirmó Rose Villaneza, directora del programa del Departamento de Educación de enseñanza multilingüe basada en el uso de la lengua materna. "El uso de las lenguas maternas que ya son conocidas por los alumnos ayudará a los estudiantes pueden expresar libremente sus ideas, algo que es muy importante para el desarrollo cognitivo. Los resultados del estudio piloto fueron una auténtica revelación, no sólo para los profesores, estudiantes y padres de familia, sino también para las autoridades y los congresistas", dijo. "Así que hemos tenido un buen comienzo".
Nuevos libros de texto están siendo preparados por académicos y funcionarios de educación. Cada uno de los 11 idiomas tendrá su propia edición, con referencias culturales regionales, que abarcan desde la comida, las costumbres y el folclore. Aunque estas medidas tardarán varios años en implementarse por completoVillaneza cree que serán duraderas.

El tagalo, hablado en el centro y sur de Luzón, es hoy día la lengua más hablada de Filipinas por cerca del 20% de la población, aunque casi la misma cantidad hablan bisaya. Fue elegido como idioma nacional en 1937 por la primera Asamblea Nacional Filipina presidida por Manuel Quezón. Dado que fue concebida para ser la lengua franca de Filipinas, incorpora algunas palabras de las numerosas lenguas y dialectos hablados en las islas, aunque su gramática esté basada en el tagalo. En 1976, el alfabeto consistía de 31 letras que incluían 26 de alfabeto latino, más los caracteres españoles ñ, ll, rr, y ch, junto al ng del tagalo. En 1987, el alfabeto fue revisado y los símbolos rr, ll y ch, fueron eliminados, conformando en la actualidad un total de 28 letras.

En 1959, el idioma oficial pasó a ser conocido como pilipino, en un intento de dotarle con señas de identidad nacionales. Sin embargo, el cambio de nombre apenas encontró aceptación alguna, especialmente entre los no tagalos, y en 1971 se elaboró una nueva solución de compromiso, renombrándolo como filipino, aunque todo el mundo en Filipinas lo conoce y lo nombra como tagalo.

Debido a la contaminación proveniente del idioma ingles, que se utiliza y difunde a través de los principales medios de comunicación, el idioma evoluciona muy rápidamente, sobre todo entre los filipinos de la capital, y no existen diccionarios o guías que puedan definir su uso correcto o que indiquen qué palabras forman parte de la lengua oficial. Como consecuencia muchos filipinos en Manila hablan una mezcla de tagalo e ingles, conocida como "taglish", que aunque pueda ser adecuada para la comunicación informal, seria muy difícil de implementar en las comunicaciones formales y escritas.

Hoy en día, alrededor del 70 por ciento de los estudios de secundaria se realizan en inglés y el resto en filipino. Con estos cambios las autoridades educativas esperan que el nuevo sistema ayudará a mejorar las habilidades de comprensión y pensamiento crítico durante los primeros grados, los cuales a su vez, ayudarán a revertir la disminución de estándares en temarios como los de matemáticas y ciencias, que se vienen apreciando desde hace varias generaciones.

Villaneza también dijo que habría sido imposible ignorar los numerosos estudios que evidencian que el uso de lenguas maternas durante los primeros años de educación es crucial para el desarrollo de la mente del niño y de la confianza en sí mismo antes de embarcarse en un camino multilingüe. El valor de la enseñanza en la lengua materna se conoce desde hace muchos años. Ya en 1953 un comité de expertos de la UNESCO concluyó que el mejor medio para enseñar a los niños es su lengua materna, ya que psicológicamente constituye un sistema de signos coherentes, es el medio de identificación entre los miembros de la comunidades a las que pertenecen y ello hace que aprendan más rápido que mediante el uso de unos medios lingüísticos que no les son familiares. Otro informe de UNICEF de 1999 apuntaba que existen numerosos estudios de investigación que indican que los alumnos aprenden a leer más rápido y adquieren otras aptitudes académicas cuando adquieren sus conocimientos iniciales en su lengua materna, además de aprender un segundo idioma con mayor rapidez que quienes aprenden a leer inicialmente en un idioma que no les es familiar.

En su publicación de 2003, “La educación en un mundo plurilingüe”, la UNESCO reitera todas estas conclusiones y declara que virtualmente todas las investigaciones efectuadas desde 1953 han servido para confirmar los argumentos anteriores en apoyo de programas educativos en la lengua materna. Dicho informe de 2003 defiende con firmeza y sin reservas el uso de la lengua materna en la educación primaria.

 

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