"La clave es la economía", afirmó Rodríguez. "Hay un montón de oportunidades que se generan al saber hablar español. El español es una herramienta muy útil para los negocios y el empleo. Las posibilidades de conseguir un trabajo y mejores sueldos se acrecientan, sobre todo en el terreno de externalización a otros países de diversos procesos empresariales."
Rodríguez dijo que un número creciente de estudiantes de Corea del Sur se están dando cuenta de las oportunidades que se abren en su carrera al ser capaz de hablar español. Además de los centros locutorios, que dan empleo a 100.000 personas en varios idiomas, los hablantes de español son muy demandados en los Estados Unidos, debido a la gran proporción de la población hispana allí.
Tal es la demanda que el Instituto Cervantes ha alcanzado su capacidad total para alojar estudiantes, aunque ha recurrido a convenios para prestar profesores de español a otras academias como La Salle, Ortigas Center, Alliance Francaise, y a la agencia gubernamental TESDA.
En el archipiélago filipino, a pesar de los profundos lazos históricos y culturales con España, tan solo la Universidad de las Filipinas ofrece un doctorado en español. Esta situación contrasta con el creciente interés en otras partes de Asia por el idioma español, como por ejemplo en Corea del Sur, que cuenta con 13 universidades que ofrecen doctorados en español y un Departamento de Lengua Española.
Entre otros asiáticos que también están aprendiendo español en Filipinas se encuentran los nacionales de Japón, China y Taiwán, que vienen al Instituto Cervates de Manila para estudiar y pasar los exámenes DELE en español, que son los equivalentes de la Prueba de Inglés como Lengua Extranjera (TOEFL) en el marco del Sistema Internacional.
1 comentarios:
ostia,,,ésta si que no me la esperaba.
Olé por los coreanos.
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