Noynoy, hijo del dirigente de la oposición Benigno Aquino, asesinado en 1983 y de la carismática y recientemente fallecida presidenta filipina Corazón Aquino, contaría con el apoyo del 38 por ciento de los votantes.
Las entrevistas fueron realizadas entre el 16 y el 19 de abril, poco después de la divulgación de unos informes psiquiátricos falsos que pretendían sembrar dudas sobre su salud mental. Los sondeos han corroborado que Noynoy no solo no ha salido perjudicado por las acusaciones falsas, sino que éstas han propiciado ahora un margen de casi 20 puntos de ventaja sobre sus inmediatos seguidores, el senador Manuel Villar y el ex presidente Joseph Estrada.
En concreto, los datos revelan un incremento de un punto en el apoyo a Aquino desde los última sondeos, realizados en diciembre, mientras que Villar experimentó un descenso de dos puntos en su respaldo, hasta el 26 por ciento. Por detrás estarían Estrada con el 17% y el candidato Gilberto Teodoro con el 9%.
Según el estudio, realizado a partir de 2.400 entrevistas y con un margen de error de más menos 2 puntos, el número de indecisos también se ha incrementado del 5 al 6 por ciento.
También fueron interrogados por el apoyo a Aquino, que según las encuestas de SWS permanece estable por encima del 35 por ciento, datos que coinciden con los de la otra gran empresa demoscópica filipina, Pulse Asia, que publicará su último estudio antes de los comicios esta misma semana.
Estos sondeos de intención de voto han sido duramente cuestionados por el senador Richard Gordon, candidato presidencial, quien llegó a afirmar que "los resultados de las encuestas realizadas por Pulse Asia y Social Weather Station (SWS) no reflejan lo que los votantes opinan sobre los candidatos presidenciales", y que llevaría a cabo acciones penales y administrativas contra las dos empresas, ya que se estaba condicionando las mente de los votantes para que se decidieran por el candidato más popular. En varias encuestas que la SWS ha realizado desde el 5 de diciembre 2009, Gordon se ha clasificado de cuarto a sexto. Esta última encuesta lo coloca en sexto lugar, con un dos por ciento de intención de voto.
Bajo la Ley de Elecciones Justas, las encuestas nacionales que afectan a los candidatos presidenciales no pueden ser publicadas durante los quince días antes de una elección. Aquellas que afectan a candidatos locales no pueden ser publicadas en los siete días antes de la elección. Sin embargo, el Tribunal Supremo anuló estas disposiciones en marzo de 2001, alegando que la prohibición es inconstitucional ya que representa una restricción previa a la libertad de expresión y de prensa.
Un portavoz del SWS explicó además que los sondeos pre-electorales son esenciales para conocer el curso de la carrera electoral durante la campaña y para entender la intención de voto, agregando que siete u ocho de cada 10 filipinos considera que los sondeos electorales son positivos.
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